
Su empresa adquiere valor al constituirse legalmente. Una empresa no registrada no puede venderse o expandirse en el futuro.
Proyecta confianza al cliente.
Brinda una imagen de ética y responsabilidad del empresario, que a la vez proporcionará valor agregado a sus productos y servicios.
Le permitirá participar en concursos públicos y adjudicaciones como proveedor de bienes y servicios del Estado.
Brinda posibilidades de acceder a créditos y prestamos en bancos e instituciones financieras.
Será posible asegurar los bienes de su empresa contra diferentes riesgos.
Tendrá acceso a programas apoyados por el Gobierno.
Estará facultada para cerrar contratos legales con clientes y proveedores.
Acceso a nuevos mercados y oportunidades de exportación. Es decir, no tienen ninguna limitación legal para realizar negocios con otras empresas y competir en el mercado nacional e internacional.
Se evita multas que impone el Gobierno.
Se evita riesgos de cierre de su empresa por no cumplir con la ley.
En empresas que son sociedades, se establece la responsabilidad de los socios en caso de incurrir en pérdidas.
Según el tamaño de la empresa, tanto el propietario o socios, los trabajadores de la empresa gozan de seguro y beneficios sociales proporcionados por el Gobierno y otras Instituciones como el IRTRA.
Conocerá el rendimiento de sus inversiones a través de la evaluación de sus resultados económicos contables registrados formalmente.
Puede expandir su empresa abriendo nuevas filiales en otras regiones del país sin problemas legales o multas.
Contará con un equipo de trabajo más motivado, debido a los servicios que la formalidad proporciona a los trabajadores.
Una empresa formalmente inscrita evidencia la responsabilidad social del propietario.
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